diumenge, 4 de setembre del 2011

Cómo hacer que no deje de pensar en ti...

1- Se Tú misma. Y cuando digo misma, digo misma. Ponerte una muñequera de cuero comprada en Bershka no te hace una tía súper especial; salir en todas las fotos de Facebook sacando la lengua no te hace parecer una tía dura, te hace parecer guarrilla (y monótona, que es mucho peor); si te ríes más fuerte de lo que sueles hacer para captar su atención lo sabrá. No fuerces tu personalidad para parecer más interesante, la mayoría de hombres lo notan. Y no les gusta.

2- Haz tu vida. Si has quedado con tus amigos, no lo canceles media hora antes porque Él te haya enviado un sms apresurado. Si el domingo te vas de barbacoa con la familia, te vas con tu familia. Y si el lunes tienes que levantarte a las seis, no te quedas hablando con él hasta las cuatro. Te vas a dormir cuando toca. La mayoría de chicas solteras que conozco la cagan en este punto: reorganizan sus horarios en función de lo que le va bien a Él, cancelan planes previos e incluso se hinchan a Nolotiles después de una operación de muelas para poder ir al cine con el susodicho. Recuerda: Él es un factor más en tu vida, y Tú un factor en la suya. Te aseguro que Él no cancelará la visita al Strip-Club con sus amigos para tomar un Chai Latte contigo (no, no toma Chai Lattes; pero sí visita Strip-Clubs).

3- Cierra la boca. Ciérrala. Más. Por Dios, no, no le cuentes tus últimos dolores menstruales. Los hombres son lineales, perciben las ideas de manera continua y progresiva, no a la vez. Si en cinco minutos te ha escuchado hablar de tus padres, tu visita al Museo del Prado, tus zapatos preferidos y tu adorable hamster robrovsky, ten por seguro que no va a querer escuchar nada más. Si tienes unos grandes y tonificados pechos (o un buen wonderbra en su defecto) puede que aún consigas salvar la situación, pero yo que Tú no me la jugaría. A los hombres les gusta el misterio, el tener que currárselo para saber más cositas de ti. No hace falta que te comportes como Johnny Labiossellados ("no diré nada"), pero es mejor ser escueta de palabra que dejarlo con los oídos zumbando. Si te comenta que hablas poco te haces la tímida y lo miras por debajo de las pestañas (es como el comodín de la llamada, siempre suele salir bien).

4- Come. En serio. Si te lleva a cenar, come. No tienes por qué comer muffins compulsivamente cada vez que lo ves, pero si vais a comer, deberías comer. Si eres delgada y no comes delante suyo, puede que le de mal rollo pensar que tienes problemas con la comida. Si eres gordita y no comes delante suyo le estás diciendo: 'Hola, soy una gorda traumada, ¿quieres caminar sobre mi espalda un rato? Te dejaré, porque soy gorda'. Vale que no quieras pedir tallarines para no tener que churrupar como una cerda, pero come de manera normal. La mayoría de hombres disfrutan viendo a una mujer comer con normalidad porque muchas lo consideran algo 'tabú' y 'sucio'.

5- Desconciértalo. Tú eres Tú, y eres rara de cojones. Todas lo somos. La que no escucha metal, colecciona cómics o cocina su propio pan de aceitunas en casa. Todas tenemos algo que le va a parecer raro, raro, raro. Poténcialo. Es quien eres, no lo escondas. Al fin y al cabo, si lo escondes y consigues salir con Él, se va a acabar enterando. Que lo sepa ya de entrada. No te hagas la normal, porque los hombres no son imbéciles del todo y saben que ninguna de nosotras es normal normal.

6- Folla. Con esto no quiero decir que tengas que acabar en la cama a la primera cita (si no quieres), pero cuando te sientas preparada para irte a la cama con Él, folla. Folla mucho. Y no esperes 'hacer el amor'. Ponte a follar. A saco. Eres una diosa, que te adore. Ya estáis en la cama, habéis ido a cenar y de copas. Aunque sea discreto, ha pensado en follarte unas catorce veces por minuto desde que te ha visto salir del Metro, y te ha mirado las tetas y el culo hasta que se han desgastado. Ya sabe qué cuerpo tienes (a no ser que lleves una mega-faja como las de los chistes de Gila). Si tienes poco pecho, lo sabe. Si tienes michelines, también lo sabe. Y aún así, quiere follar contigo. Así que folla. No hace falta que te contractures poniéndote en cuclillas durante cuarenta minutos, pero cúrratelo. Muchas de nosotras se tumban y esperan que se lo hagan todo, y eso no mola. ¿O te gustaría que Él hiciera lo mismo? Oh, wait... Unos cuantos ya lo hacen. Si es el caso, dale un toque. Hazme caso, si no, se acostumbran. Cabrones...

7- Argumenta. No, no estás de acuerdo con Él. No, no crees que el fútbol femenino debería implicar jugar en bragas. No, tampoco crees que su partido político vaya a acabar con el hambre en el mundo. Y desde luego tampoco crees que su madre debería comprarle la ropa interior. Si no estás de acuerdo con Él, díselo. No hace falta que te pongas borde, pero no escondas tu opinión. Si le desmontas una hipótesis con tus argumentos puede que se cabree, pero esa noche soñará contigo, fijo. Si eres inteligente, no te escondas. Si no eres inteligente, tranquila, probablemente seas más lista que Él.



Si sigues estos sencillos y efectivos pasos, te garantizo que Él pasará horas pensando en ti y evaluando vuestra 'relación' (sea cual sea la naturaleza de ésta). Ahora bien, no pongas esto en práctica si quieres conseguirlo sí o sí, porque la mayoría de ellos se van a acojonar como las niñitas paranoides que son y te vas a quedar con un ego muy íntegro pero a dos velas, por mucho que le gustes. Si realmente no tienes escrúpulos y consigues siempre lo que quieres (o al menos quieres convertirte en este tipo de mujer), te aconsejo que leas el siguiente post.

2 comentaris:

  1. Es una lástima que no haya más gente que se haya dado cuenta.

    Somos así de simples. Aunque el "cierra la boca" lo sustituiría por un "dosifica tu discurso"; a algunos afortunados nos gusta escuchar, pero necesitamos tener un tema, no doscientos. Y necesitamos poder asimilarlo. La mayoría de hombres podemos tratar durante 3 horas el mismo tema; por eso arreglamos el mundo desde los bares.

    Además, nosotros también somos raros de pelotas. Los hay que intercalamos Iron Maiden con Miguel Bosé, y aquí no ha pasado nada. Los hay que coleccionan cuchillos y los afilan a diario. Otros buscan el perpetuum mobile y creen estar cerca de conseguirlo.

    Y mi "consejo" (habiendo leído el siguiente post)... Hay hombres que quieren tener y hombres que quieren que los tengas. Estas indicaciones son para el segundo tipo. Las indicaciones del siguiente post son para el primer tipo. Ese tipo es más delicado; a la que aparece otra que gusta más (aún) a sus amigos, el cambio es inevitable.

    El segundo tipo de tíos, si se les cuida adecuadamente, son mucho más fiables. Como contrapartida, suelen tener aspiraciones de verdad (la estabilidad es una de las mayores aspiraciones de todo hombre, aunque no lo confiesen, porque a sus amigos les gusta más tener un amigo eternamente adolescente), y ello a veces conlleva frustraciones, y posteriores desequilibrios.

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  2. Pues sí, Virolla, la verdad es que el texto posterior era más una parodia que no unos consejos decentes, claro está. ¿Quién quiere a ese tipo de hombre en su vida?

    Muchas gracias por pasarte y por comentar! :)

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